Undoubtedly Mexican food is one of the most internationally recognized cuisines, and possibly, the most relevant of Latin America. It is common for many to related the flavors of Mexican cuisine as the standard for all Latin America flavors assuming that, like in Mexico, in all countries hot spices are consume. While it’s true that many of the Hispanic menus include beans, rice and corn, Mexican cuisine is without question unique.
Around 7000BCE, the indigenous peoples of Mexico and Central America hunted game and gathered plants, including wild chili peppers. Corn was not yet cultivated so one main source of calories was roasted agave hearts. By 1200 BCE corn was domesticated and a process called Nixtamalization, or treatment with lye, was developed to soften corn for grinding and improve its nutritional value. This allowed the creation of tortillas and other kinds of flat breads[1]. When the Spanish arrived, the Aztecs had sophisticated agricultural techniques and an abundance of food, which was the base of their economy. As in most of the countries in Latin America, Mexican’ staples of native corn, beans and chili peppers together with other native ingredients such as tomatoes, avocados and cocoa mixed with the European contributions creating an unique fusion of colorful flavors.
Highly elaborate and often tied to symbolism and festivals, Mexican cosine was added to the list of the world’s “Intangible Cultural Heritage of Humanity by UNESCO.[2] Many of the foods of Mexico are complicated because of their relation to the social structure of the country. Food preparation, especially for family and social events, is considered to be an “investment” in order to maintain social relationships.[3] Regional cuisines, based on local conditions from Oaxaca to Veracruz or to the Yucatan Peninsula enrich even more the gastronomic offer. Highly tied to the culture, social structure and its
popular traditions,one of the most important example of Mexican cuisine is the use of mole for special occasions and holidays, particularly in the South region of the country.
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Sin lugar a dudas la cocina mexicana es una de las más reconocidas a nivel internacional, y posiblemente, la
más relevante de América Latina. Es común para muchos relacionar los sabores de dicha cocina como el estándar para toda América Latina asumiendo que, como en México, en todos los países latino americanos las especies picantes se consumen comúnmente. Si bien es cierto que muchos menús hispanos incluyen frijoles, arroz y maíz, la cocina mexicana es sin duda única.
Alrededor 7000 BCE, los pueblos indígenas de México y América Central cazaban animales y recolectaban plantas, incluyendo chiles silvestres. El maíz no se cultiva aun, por lo que una de las fuentes principales de calorías eran los corazones de agave asados. En 1200 A.C el maíz fue domesticado en un proceso llamado nixtamalización, o tratamiento con lejía, que se desarrolló para suavizar el maíz para la molienda y mejorar su valor nutricional. Esto permitió aparición de las tortillas y otros tipos de panes planos. Cuando llegaron los españoles, los aztecas tenían técnicas agrícolas sofisticadas y una abundancia de alimentos, lo que era la base de su economía. Al igual que en la mayoría de los países de América Latina, el maíz nativo, los frijoles y los chiles junto con otros ingredientes autóctonos como tomates, aguacates y cacao se mezclaron con los aportes europeos creando una fusión única de sabores coloridos que caracteriza la comida mexicana .
Complicada y, a menudo vinculada al simbolismo y festivales, la cocina mexicana se añadió a la lista de “Patrimonio Cultural Intangible de la Humanidad” de la UNESCO. Muchos de los alimentos de México son complicados debido a su relación con la estructura social del país. La preparación de alimentos, especialmente para eventos familiares y sociales, se considera que es una “inversión” con el fin de mantener relationes sociales [3] Variaciones regionales, basadas en las condiciones locales que van desde Oaxaca a Veracruz o a la Península de Yucatán enriquecer aún más la oferta gastronómica del país. Ligadas a la cultura, la estructura social y sus tradiciones populares la cocina mexicana se ve diferentemente representada en uno platos mas tradicionales e importantes protagonista de ocasiones especiales y días festivos: el MOLE.
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