The Aztecs viewed death as an act that brought us to a different stage of existence. Tonight builds on this traditional premise: that life is a dream, and death is a passage to an awakening consciousness of reality. We invite you to enter our ritual as more than mere spectator. In recognition of Día de los muertos, we strive to convey the experience of death as transformation. Our mission is to involve you in the story conveying the passage from life to death in the same way performers segue from one act to another in a play. We emphasize that this is not an end, rather a transition of the soul’s journey toward peace, a peace equal to the fullest enjoyment of the spirit state; the opportunity to exist in the full expression of one’s individuality. When you enter the theatre, both as an actor and spectator, you leave the daily form of yourself with your coat at the entrance, to don again when it’s time to go home. You do transform. The ritual of the theatre brings you to a higher state, because in the spectacle of theatre, we can drop everyday language, we can speak in symbols and gesture. Theatre is expression in space, a space where you are invited to take part in a ritual both ancient and very much alive.
— Arturo Martinini, Director
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Para los aztecas, la muerte les parece un acto que nos trae a una etapa diferente de la existencia. Esta noche, construyamos sobre esta premisa tradicional: que la vida es un sueño, que la muerte es un pasaje a un conocimiento despertando a la realidad. Le invitamos a entrar nuestro ritual como más que un mero espectador. En el reconocimiento de Día de los muertos, queremos transmitir la experiencia de la muerte como una de transformación. Nuestra meta es de implicarle en el cuento que comparte el pasaje de la vida a la muerte de la misma manera en que siguen los artistas en un espectáculo de un acto al otro. Acentuamos que esto no es un fin, más bien una transición del viaje del alma hacia la paz, una paz igual al máximo provecho del estado de espíritu; la oportunidad de existir en la máxima expresión de la individualidad. Cuando uno entra al teatro, sea como actor o espectador, deja uno su forma cotidiana con su abrigo a la entrada, para ponerse otra vez cuando llega la hora de regresar a casa. Usted se transforma. El ritual del teatro le trae a un estado más alto, porque en el espectáculo del teatro, nosotros podemos dejar a un lado el idioma diario, podemos hablar en símbolos y gesto. El teatro es la expresión en el espacio, un espacio donde usted está invitado a participar en un ritual antiguo y al mismo tiempo muy vivo.
— Arturo Martinini, Director