Traducción al español de ‘Searching for Aztlán’ at Milagro Theatre takes us on a metaphorical journey’, por Holly Johnson para The Oregonian.
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“Searching for Aztlán,” una nueva obra en el Teatro Milagro, puede ser corta, pero está repleta de ideas, bordada con humor satírico y diseñada para que adultos y jóvenes disfruten y aprendan por igual.
La obra – la cual saldrá de gira a escuelas en el noroeste después de esta corrida en Portland, fue escrita y dirigida por Lakin Valdez, quien formó el aclamado Teatro Campesino. La pieza teatral tiene raíces en el movimiento chicano de los últimos 50 años, y nos lleva en un viaje metafórico, con leves pero astutas referencias a la odisea de Dorothy en “El Mago de Oz.”
En 2012, cuando el programa de estudios mexicano-americanos en Tucson (Arizona) se ve clausurado y los libros relacionados son removidos de las aulas, una maestra llamada Dolores (Alida Holguín Wilson-Gunn) se encuentra desempleada, y después transportada en una tormenta de viento a una realidad alterna. Perdida en el desierto, decide buscar el mítico Aztlán, la tierra ancestral de los aztecas que algunos ubican en el sureste de Estados Unidos o el noroeste de México (el concepto de Aztlán es central para el movimiento chicano e inspiró su idea de una nueva nación). Al comienzo de su travesía, se le unen otros viajeros que son exiliados desposeídos, incluso uno traicionero. Pero la solidaridad sale vencedora, a pesar de una malvada bruja (Ana Silva como una villana corporativa, completa con traje sastre, teléfono celular y una frondosa peluca rubia) quien trata de suprimir al grupo. ¿Es Aztlán un estado mental, un lugar emocional quizás, uno que pueda fortalecer la herencia indígena de los viajeros para permitirles encontrar su pasado y nutrir su futuro? Esa parece ser la idea de Valdez, y es potente, aunque partes de la obra se sienten superficiales cuando podrían profundizar más. Aun así, la política resalta fuertemente en la tradición de El Teatro Campesino (el brazo cultural del sindicato campesino United Farmworkers, co-fundado por César Chávez y Dolores Huerta.)
Momento destacado: Cuando los cuatro actores hacen un pequeño baile “del camino de baldosas amarillas” mientras viajan juntos y escuchamos la música de El Mago de Oz combinada con percusión pesada y guitarra eléctrica, estilo James Brown. Es una mezcla perfecta de música y ritmos, un poco de rabia y un poco de dulzura mofante. La música realmente agudiza el espectáculo de una hora, brindándole mayor enfoque.
Puntos bajos: Silva es muy cómica en una variedad de papeles, incluyendo HighSpanic, una joven chicana completamente envuelta en la cultura dominante norteamericana que apenas habla español. Pero la agudeza en todos sus papeles afecta la producción, incluyendo la chirriante risa de su bruja. Sería mejor usar esas notas lo menos posible.
Participante más valioso: Ajai Terrazas Tripathi, egresado de la facultad de teatro de Oregon State University, brinda un maravilloso sentido del humor y fuerte caracterización al espectáculo. Como el único varón en la obra, esboza una variedad de personajes con gran habilidad, pero es más potente, cómico y convincente como un militante de los 1970s que ha estado buscando Aztlán por tres décadas, progresando solo circularmente. Con él todo es ladrido y nada mordida, ostentando una metralleta de juguete como descubrimos, y jugando con los muñecos de peluche que forman su “ejército.” En un momento nos confiesa: “A veces me espanto a mí mismo.”
Frase de la noche: “El Aztlán que buscas es un lugar de conciencia en evolución.”
Mejor momento: Cuando el mural de fondo es revelado, indicando Aztlán como una idea visual. La pintura de la artista escenográfica Sivonna West es cautivadora, aún si el color es un poco tenue.
Mayor sorpresa: Cuando uno de los personajes interpretados por Silva (empleada por la bruja) viste el tocado de una deidad solar y trata de intimidarlos, y después renuncia para unirse a ellos. Bueno, no fue gran sorpresa.
Mensaje: La lucha por la verdad, la justicia y “el modo indígena” siempre ha estado en el corazón de la causa chicana, y Valdez nos ayuda a descubrir lo que significa ser chicano en la sociedad contemporánea, mientras nos permite burlarnos con la sátira de los estereotipos. Menciona en las notas del programa que la inclusión de los programas de estudios mexicano-americanos, los mismos prohibidos en 2012, había tenido una relación directa al aumento en logros estudiantiles entre los latinos. Ahora lidiando con la agenda conservadora del Siglo XXI, se enfrenta a algunos de los mismos problemas que la generación de su padre, y la esencia política de El Teatro Campesino es tan vital hoy como lo era en los años 70s.